Para qué sirve la sal del lavavajillas

¿Para qué sirve la sal del lavavajillas?

Qué es la sal del lavavajillas y por qué no es sal normal

La sal del lavavajillas es un cloruro sódico de alta pureza diseñado específicamente para los sistemas internos del electrodoméstico. Aunque químicamente se parece a la sal común, no es lo mismo: no contiene yodo, antiapelmazantes ni aditivos que podrían dañar el interior del lavavajillas.

Su función no está relacionada con dar sabor ni con limpiar directamente la vajilla. La sal trabaja en segundo plano, dentro del aparato, formando parte de un sistema clave para el buen funcionamiento del lavado.

Para qué sirve realmente la sal del lavavajillas

La sal del lavavajillas sirve para ablandar el agua. Muchos hogares tienen agua dura, es decir, con una alta concentración de calcio y magnesio. Estos minerales son los responsables de la cal.

El lavavajillas incorpora un descalcificador interno que utiliza resinas especiales para retener esos minerales. La sal se encarga de regenerar esas resinas, permitiendo que sigan capturando la cal de forma eficaz ciclo tras ciclo.

Gracias a este proceso:

  • El detergente funciona mejor.
  • La vajilla sale más limpia y brillante.
  • Se evita la acumulación de cal en tuberías, resistencias y aspersores.

Qué ocurre si no usas sal en el lavavajillas

Si no utilizas sal (o el depósito está vacío), el descalcificador deja de funcionar correctamente. Esto provoca una serie de problemas progresivos:

  • Restos blanquecinos en vasos y cubiertos.
  • Pérdida de brillo, especialmente en cristal.
  • Mayor consumo de detergente para obtener el mismo resultado.
  • Acumulación de cal en el interior del lavavajillas.
  • A largo plazo, averías en resistencias y componentes internos.

Es importante destacar que, aunque vivas en una zona con agua “blanda”, la mayoría de fabricantes recomiendan usar sal para asegurar un funcionamiento estable y prolongar la vida útil del aparato.

Cuándo y cómo rellenar la sal del lavavajillas

La mayoría de lavavajillas incorporan un indicador luminoso que avisa cuando el nivel de sal es bajo. Si tu modelo no lo tiene, una referencia habitual es revisar el depósito cada pocas semanas, dependiendo del uso y de la dureza del agua.

Para rellenar correctamente:

  • Abre el tapón del depósito de sal (normalmente en la base interior).
  • Introduce solo sal específica para lavavajillas.
  • Llena hasta el límite indicado y cierra bien el tapón.
  • Si se derrama sal, limpia los restos antes de iniciar un programa.

Es normal que, tras el primer llenado, el indicador tarde uno o dos lavados en apagarse.

Mitos comunes sobre la sal del lavavajillas

  • “La sal limpia los platos”: falso. No lava, protege el sistema.
  • “Puedo usar sal de mesa”: error. Los aditivos pueden dañar el descalcificador.
  • “Si uso pastillas todo en uno no necesito sal”: depende del agua; en muchas zonas, la sal sigue siendo necesaria.
  • “Solo hace falta cuando hay mucha cal visible”: la cal empieza a dañar el interior mucho antes de verse.

Consejos para usar correctamente la sal del lavavajillas

  • Ajusta el nivel de dureza del agua en el lavavajillas según tu zona.
  • No esperes a que el depósito esté completamente vacío.
  • Usa siempre productos específicos para lavavajillas.
  • Si notas restos blancos recurrentes, revisa el nivel de sal antes de cambiar detergente.

En definitiva, la sal del lavavajillas no es un accesorio opcional: es un elemento clave para proteger el aparato, mejorar los resultados de lavado y evitar problemas de cal que, con el tiempo, pueden convertirse en averías costosas.